Fiesta junto a las estrellas

La Voz del Interior

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¿Cuántos sinónimos de "hermosa" se te pueden ocurrir en una noche de fiesta? A muchos de los que fueron el lunes a la ceremonia de entrega del premio a La Chica del Verano les hubiera venido muy bien una lista muy extensa de palabras para describir el desfile de curvas, escotes y sonrisas que colmó de sensualidad la disco Molino Rojo. Si hasta el mismísimo locutor del evento confesó haberse quedado "sin más adjetivos". Sucede que, desde la medianoche, la pista de la disco carlospacense reunió a las mujeres más bellas de la temporada, con la expectativa de saber quién, en definitiva, sería coronada por los lectores de La Voz del Interior.

Una enciclopedia de la belleza debería haber registrado el paso de las candidatas a llevarse el premio que entregaron La Voz del Interior, LaVoz.com.ar y cordoba.net: las chicas que aspiraban a ser las más votadas lucieron vestuarios despampanantes, se fotografiaron junto a los cientos de devotos, y ofrecieron, cada una, un show particular, en una noche que además contó con las visitas ilustres de Moria Casán e Iliana Calabró, quienes recibieron sendos premios a la trayectoria.

La expectativa y la tensión llegaron a su fin cerca de las dos, cuando los conductores del evento revelaron el nombre de la elegida, Jesica Cirio. Una calurosa ovación acompañó el paso de la diosa estival hasta el escenario, que lució su mejor vista con tres bellas mujeres argentinas en su centro. Jesica agradeció al público y a los lectores de La Voz del Interior por haberla votado y recordó su vínculo con la ciudad serrana, donde debutó en teatro hace siete años, junto a Daniel Comba y Jorge Guinzburg. La reina de la temporada recibió, además del premio, pasajes y estadías para recorrer las siete maravillas cordobesas, gentileza de la Agencia Córdoba Turismo.

La parte privada del evento culminó con el sorteo de una netbook entre las candidatas: la agraciada fue Verónica Perdomo, quien demostró que además de tener uno de los cuerpos más codiciados del país, tiene una suerte bárbara. La simpática conductora de televisión y bailarina debería haber sido revisada por los guardias de seguridad al salir: se robó todas las miradas. Minutos más tarde la puertas de la disco se abrieron al público, y la fiesta parecía recién comenzar: la gente se mezcló con los elencos y la alegría de la noche se extendió hasta el amanecer.